La Uva Cabernet Sauvignon es originaria de Burdeos, Francia. Se trata de una de las uvas tintas más conocidas y plantadas en el mundo. De hecho, cuando se habla de vino tinto, Cabernet Sauvignon es el primero que nos llega a la mente. La clave de su éxito es que se trata de una variedad de fácil cultivo y resistente a la pudrición y los insectos. Por ello, se adapta a una gran variedad de suelos, climas y latitudes, a tal punto que, desde Francia, la uva se ha extendido por Europa, América, Asia y Oceanía.
El perfil clásico que otorga tiende a ser el de vinos con buen cuerpo, muchos taninos y una acidez apreciable que contribuye a su potencial de envejecimiento. En los climas más fríos, la Cabernet Sauvignon tiende a producir vinos con notas a pimiento verde, menta y cedro, que se hacen más pronunciadas a medida que el vino envejece. En los climas más moderados, se aprecian notas a grosella negra con cerezas negras y a aceitunas negras. En climas muy calurosos los sabores obtenidos pueden hacerse más maduros y con notas de mermelada.
El color de este tipo de uva es profundo, normalmente opaco con tonos azulados y púrpuras dando como resultado un color intenso y con gran cuerpo. El rojo oscuro y rubí ofrecen exquisitez, elegancia y sensualidad. El Cabernet Sauvignon puede encontrarse en la variedad de vinos jóvenes y de crianza envejecido en barrica de roble francés como americano, ofreciendo un sabor único tostado de barrica que aporta al vino sabores y aromas más delicados. También ofrece un sabor balsámico, frutal, limpio y brillante ofreciendo una buena estructuración en la boca. La grosella negra y las moras resaltan en el paladar, además presenta una clara acidez.
La Uva Carmenere es una variedad de origen Francés, de la región de Médoc, de Burdeos.. También es un miembro de la familia de los Cabernet. El nombre Carmenere proviene de la palabra francesa carmín, en referencia al color que toma antes de la caída de la hoja. Hoy no es habitual en Francia debido a que fue atacada y extinta por la plaga de la Filoxera. Las mayores plantaciones de esta variedad se encuentran en Chile donde hasta entrados los años 90s. fue confundida con el Merlot.
Esta cepa se encuentra entre los colores rojo carmesí y los colores púrpuras intensos. De una misma forma pueden expresar perfiles de frutas rojas (como la fresa y frambuesa) o perfiles de frutas negras (como la zarzamora, ciruelas, grosellas y compotas muy concentradas). Como aromas secundarios puede incluir especies como la canela y el clavo, café espresso, moca y cuero son descriptores comúnmente encontrados en estos vinos. En cuanto a su estructura, sus taninos son de intensidad media-alta, con una potencia en paladar significativa. Sus vinos son opulentos en algunas ocasiones pero al mismo tiempo manteniendo una postura elegante.
Con esta potencia en boca y nariz se pueden disfrutar excelentemente ahora o guardarse varios años sin ningún problema. Es por las propiedades del Carmenere que puede ser acompañado con quesos maduros, platillos de carne de caza (cordero, jabalí, venado) y berries como frambuesas, frutillas, moras y arándanos. Además va muy bien con quesos maduros como el Provolone y el Gruyere.
La Uva Chardonnay es originaria de la Borgoña, este de Francia y es una variedad de uva de piel verde usada para hacer vino blanco. El nombre Chardonnay es la adaptación al francés de la palabra hebrea Sha’har-adonay, que significa “Puerta de Dios” en referencia a la Ciudad Santa de Jerusalén.
Crece en todas partes donde se produce vino, desde Europa hasta Oceanía. Se caracteriza principalmente por su pronta maduración y su gran resistencia y adaptabilidad a diferentes tipos de suelo, razones que explicarían, entre otras, su amplia expansión geográfica. Es un componente importante de muchos vinos espumosos alrededor del mundo, incluyendo el champagne. Posee un color amarillo pálido que recuerda a los rayos del sol de su región de origen, Borgoña. Por ello, los vinos elaborados a partir de la variedad Chardonnay guardan la esencia de esta última en forma de reflejos dorados y verdosos. Esta variedad presenta una armonía de aromas frutales, entre los que se pueden apreciar matices cítricos y tropicales como el limón, la pera o la piña. Por último, en lo que a gusto en boca respecta, no tiene una abundante acidez y ofrece sabores dulces que recuerdan a la miel o el caramelo, y que conforman un equilibrio ideal con los matices afrutados. Es ideal para pescados y mariscos como langosta, ostras y ahumados. Las carnes con poca grasa como el pollo combinan excelentemente para esta variedad. Los quesos le van bien pero hay que evitar los fuertes. Para pastas con salsas ligeras, este vino roza la perfección y comidas condimentadas con nuez moscada, azafrán o jengibre lo mejoran.
La Uva Merlot es originaria de la región de Burdeos, Francia donde es la variedad más cultivada. Pertenece a la misma familia que los Cabernet y se ha convertido en una variedad internacional, cultivada con éxito en varios países. A la vista el Merlot presenta un color rubí intenso con tintes violáceos. Posee aromas complejos, además de elegantes. Predominan las frutas rojas como cereza, mora, además especias, tabaco y también trufa.
En la crianza en barrica vamos a encontrar toques de vainilla, frutos rojas y maduros como ciruela, tabaco, humo, cedro y también tostados, torrefacto como el café. El Vino que produce ésta variedad se caracteriza por su finura y suavidad, sin dejar de ser aromático y carnoso y envejece rápidamente sin perder calidad.
El vino de merlot es capaz de ser complejo, pero para nada difícil, por lo tanto, no es recomendable maridarlo con platos excesivamente rebuscados. Queda muy bien con Ternera y cordero en casi cualquier estilo, a la parrilla, en guisos, etc. Quesos de pasta dura como el Cheddar, Gouda, Parmesano, cremosos como el Camembert. Pollo (también pato y pavo) a la brasa y al horno. Cerdo, de ser posible, en solomillo. Incluso va muy bien con Salmón y Atún a la brasa.
La Uva Tempranillo, también es llamada Tinta del País o Cencibel, entre otros nombres, es una variedad tinta originaria de España donde se cultiva extensamente para producir vinos tintos con cuerpo. Su nombre es el diminutivo de *temprano*, lo cual hace referencia al hecho de que madura varias semanas antes que la mayor parte de las variedades de uva tinta españolas.
La Tempranillo, autóctona de la Rioja, es considerada como la variedad más característica de dicha Denominación de Origen. Asimismo, se encuentra autorizada en varias denominaciones de origen repartidas por toda España (algunas de las cuales la consideran como variedad principal) y se cultiva en otros países como Francia, Portugal, Australia, Argentina y Estados Unidos. Si nos centramos en la Uva, podemos decir que se trata de una variedad tinta de piel gruesa y color negro azulado que se caracteriza por necesitar unas condiciones climáticas muy específicas (zonas con alta insolación y con temperaturas nocturnas muy frías) y unas altitudes relativamente altas. Lo que la distingue de las demás es su ciclo de maduración temprana.
Si por el contrario nos centramos en el vino que produce la uva tempranillo, podemos decir que se trata de un vino de alta calidad, con buen cuerpo, complejidad aromática y de graduación alcohólica alta y poca acidez. No es una variedad rica en taninos, por lo que los vinos son finos, amables y sedosos en boca. Además, presentan un color rojo intenso y con matices violáceos en su juventud y aromas a fruta roja madura, frutos silvestres, vainilla, tabaco, chocolate y toques herbáceos y florales.
Malbec es una clase de uva que se utiliza para la elaboración de vino. Esta variedad es originaria del suroeste francés. Sin embargo, actualmente la nación con mayor superficie de Malbec a nivel mundial es Argentina. Esto se debe a la popularidad del vino producido en el país sudamericano.
La uva en sí misma se caracteriza por la gran cantidad de taninos y por su piel delgada. Se trata de un fruto sensible a las heladas. Respecto al vino, el Malbec presenta diferentes características según su origen debido al terroir y al modo de elaboración.
El Malbec argentino, por ejemplo, presenta un color intenso. De acuerdo con los especialistas, su aroma remite a frutas como la ciruela, la cereza y la frutilla, mientras que, en boca, la bebida resulta dulce y suave. Cuando el añejamiento del Malbec se desarrolla en madera, el producto adquiere notas de café, vainilla y chocolate.
Se cree que su nombre deriva de un peregrino húngaro que procedió a difundir la uva a lo largo de toda Francia. En el país galo, la zona donde pueden encontrarse más cultivos de Malbec es en Cahors, al sur de Francia. En Argentina, la uva Malbec fue introducida en el año 1868 por un ingeniero agrónomo de origen alemán que respondía al nombre de Michel Pouget. Este tipo de uva tiene la particularidad de que necesita más calor y también más sol que la uva merlot y la sauvignon. Asimismo, es muy sensible a las heladas y al frío extremo. En algunos rincones, como es el caso del valle del Loira, se procede a mezclar la uva Malbec con la gamay o incluso con la llamada cabernet franc. Otros lugares del mundo donde también se cultiva la uva Malbec son Nueva Zelanda, Chile, Sudáfrica, Virginia, Bolivia, Australia e incluso en la llamada Columbia Británica. En cuanto al maridaje, los expertos aseguran que el Malbec es ideal para acompañar carnes rojas, pastas servidas con salsa de tomate y quesos duros. Lo recomendable es beber el Malbec joven a una temperatura de entre 16 ºC y 18 ºC, mientras que el Malbec de guarda puede disfrutarse a entre 18 ºC y 20 ºC.